tortuga rusa

 

Agrionemys horsfieldii (Gray, 1844)
Tortuga rusa o tortuga de la estepa
Inglés: Steppe tortoise o Central Asian tortoise
Alemán: Steppenschildkröte

Agrionemys horsfieldii - Tortuga rusa
Agrionemys horsfieldii

Taxonomía: El género Agrionemys está formado por una sola especie: Agrionemys horsfieldii. Tiene 4 subespecies.
Hay autores que dicen que las subespecies, son especies aparte. Igualmente hay bastante gente que todavía las considera pertenecientes al género Testudo.

Especies similares: Físicamente es una especie fácil de distinguir, ya que tiene una forma muy redonda. Evolutivamente es una especie bastante próxima a Testudo hermanni, con la que según algunos autores es capaz de hibridar con cierta facilidad.
Sus cuidados son similares a los de Testudo graeca, Agrionemys horsfieldii soporta mucho mejor el frío.

Morfología: Tiene un caparazón más plano de lo habitual en tortugas terrestres con una forma muy redonda. El color del caparazón suele ser claro con manchas más oscuras. El plastrón puede ser claro con grandes manchas oscuras o todo oscuro.
Las patas son muy fuertes, y al igual que su cabeza son de color marrón. En las patas se observan unas escamas bastante grandes y duras, y en cada pata tiene tan solo 4 dedos. Las uñas también son bastante fuertes y resistentes.
La constitución de esta tortuga le permite excavar galerías muy profundas: posee patas grandes y fuertes y un caparazón muy plano. 

Subespecies: Esta especie se divide en 4 subespecies, aunque todavía no se han hecho estudios suficientemente profundos para poder clasificar debidamente estas variedades.

A.h. baluchiorum Habita en Irán y Pakistán.
A.h. horsfieldii Habita en el norte de Asia central.
A.h. kazachstanica Habita en el sur de Asia central.
A.h. rustamovi Habita en Turkmenistán.

 

Es recomendable plantar en el recinto de las tortugas terrestres plantas silvestres comestibles
(Foto cedida por IIWarII)
Su alimentación deberá ser lo más variada posible
(Foto cedida por IIWarII)
En la foto, dos ejemplares juveniles de Agrionemys horsfieldii (Foto cedida por IIWarII) El plastrón es claro con grandes manchas negras, que en el ejemplar de esta foto ocupan casi toda su superficie (Foto cedida por IIWarII)
Las flores de hibiscus son un alimento muy apreciado por nuestras tortugas
 (Foto cedida por IIWarII)
El macho tiene la cola más larga, y los escudos anales más abiertos.
Agrionemys horsfieldii, debido a su hábitat de origen, resiste muy bien el frío, siempre que sea seco. Esta especie se identifica con facilidad debido a su forma bastante redonda.
Es conveniente poner en los terrarios de estas tortugas algunos obstáculos para que hagan ejercicio (Foto cedida por MASTERYUD2) Como se puede observar en estos ejemplares de tonos claros, la coloración es bastante variable
(Foto cedida por
Peejoe)
Esta especie no suele superar los 20 cm de longitud
(Foto cedida por Peejoe)
Aquí vemos una joven Agrionemys horsfieldii comiendo escarola (Foto cedida por Peejoe)
Hermoso ejemplar de tortuga rusa (Foto cedida por Elisenda Hidalgo) Hembra adulta (Foto cedida por Natus)
Macho adulto en su recinto En esta imagen podemos distinguir claramente el sexo: a la izquierda se observa un macho, y a la derecha una hembra
Hembra semi-adulta asoleándose Ejemplar saliendo de la hibernación

 

Si tenéis más fotos de esta especie o deseáis compartir información, podéis mandar un e-mail a: infotortuga@gmail.com

Dimorfismo sexual: Es bastante sencillo distinguir ambos sexos, siempre que la tortuga ha alcanzado ya un tamaño mínimo. El macho tiene la cola mucho más larga y ancha y tiene los escudos anales mucho más abiertos.

Tamaño: Pueden alcanzar los 20 cm de largo, puede que algo más.

Distribución: Tiene una amplia zona de distribución que abarca Afganistán, Turkmenistán, Pakistán, Irán y en algunas zonas de China.

Hábitat: Su hábitat acostumbran a ser estepas y zonas semi-áridas, con clima muy seco y frío y con escasa vegetación. En algunas ocasiones puede habitar en zonas con una altitud superior a los 2000 metros.

Mantenimiento: Esta especie, si es alimentada debidamente, acostumbra a ser muy resistente. Se recomienda tener estos animales en recintos al aire libre todo el año.
Si se quieren tener estas tortugas en regiones donde el invierno es más bien templado, se puede hacer hibernar a estos animales en alguna pequeña nevera con temperatura y humedad controlada.
El recinto debe ser espacioso para permitir que den largos paseos. Es recomendable que haya pequeñas cuestas y obstáculos, como piedras y troncos. Debe haber varias cuevas donde los animales puedan esconderse en las horas más calurosas.
No es recomendable que haya un alto nivel de humedad, ya que podría provocar problemas pulmonares. Será muy importante que la zona donde alberguemos estas tortugas sea bastante soleada.
El recinto también debe tener pequeños charcos permanentes poco profundos (5-10 cm) con agua siempre fresca y limpia, donde las tortugas se bañarán y beberán el agua que necesiten. Es recomendable poner en el recinto algunas plantas comestibles (diente de león, jaramago, plantago, ...) para que las tortugas puedan alimentarse de forma natural.
Se debe cercar la zona para evitar que las tortugas se puedan escapar. Hay que tener en cuenta que son unas grandes escaladoras, por lo que la valla deberá ser lo más lisa posible y deberá tener al menos 50 cm de altura. Deberán protegerse las esquinas con especial cuidado, ya que suelen ser las zonas donde será más probable que intenten escapar las tortugas.
Al llegar el frío deberemos controlar bien estas tortugas ya que tienen tendencia a enterrarse profundamente en el recinto. Esto puede ser muy perjudicial porque cuando lleguen las lluvias las tortugas permanecerán húmedas durante mucho tiempo, lo que les puede ocasionar graves enfermedades respiratorias. Para evitar esto deberemos prepararles grandes cuevas (bien protegidas del agua) con al menos 30 cm de substrato (tierra, hojas, heno, ...) para que puedan enterrarse. Deberemos controlar que nuestras tortugas utilicen estas cuevas para hibernar.
Los ejemplares juveniles deberán estar en un recinto a parte, más pequeño y cubierto con una tela de rejilla, para evitar que sean depredados por gatos, aves,... Deberán tener también un ambiente seco, con un recipiente con 1 dedo de agua, para evitar que se puedan ahogar.

Alimentación: Es una especie estrictamente herbívora. Se deberá alimentar a base de plantas silvestres y vegetales. Los más recomendables son: césped, diente de león, achicoria, alfalfa, trébol, lechuga, escarola, col china, endibia, un poco de zanahoria,... No se debe abusar de las coles y espinacas, pues tienen demasiado ácido oxálico. Tampoco es recomendable darles demasiado a menudo vegetales jugosos, como tomate, pepino,...
El cactus (chumbera) sí que puede formar parte de su dieta, ya que contiene gran cantidad de fibra. También aceptará hojas de algunos árboles y malas hierbas.
Nunca se les debe suministrar fruta.
La mejor opción, sin duda, es plantar en su recinto gran variedad de plantas y vegetales, para que se autoabastezcan. Se les puede añadir de vez en cuando pienso para tortugas terrestres, pero no les suele gustar demasiado.
Nunca se les debe dar carne, pescado, pienso para gato, pienso para tortugas acuáticas,... ya que contienen demasiada proteína y podría ser muy perjudicial para ellas.

Comportamiento: Es una especie que si se alimenta adecuadamente y tiene espacio podrá convivir con nosotros muchos años.
Los ejemplares de menos de 2 años no es recomendable que hibernen. Para los ejemplares adultos la hibernación es imprescindible, pues hace que sean más propensas a aparearse. Para la hibernación se deberán acondicionar las cuevas con un poco de paja. Algunos ejemplares es posible que se entierren en otras zonas para la hibernación. Hay que vigilarlas constantemente, para evitar que sean dañadas por ratas o gatos.
Se adaptan muy bien a la cautividad, y con poco tiempo ya se sabrán los horarios de comida y estarán pendientes a que lleguemos.
En verano suelen estar activas por la mañana y por la tarde, y en el mediodía se refugiarán del calor en sus cuevas. En primavera y otoño estarán activas desde media mañana hasta que comienza la tarde.
En su hábitat, al llegar el frío construyen largos túneles o aprovechan las madrigueras de otros animales para hibernar.
En climas templados, es posible que realicen un periodo de estivación.

Reproducción: Para cortejar a la hembra, el macho le propina fuertes mordiscos en las patas y la enviste dándole fuertes golpes con su caparazón. Luego, si la hembra se deja, la monta y emite unos pequeños chillidos.
La hembra pondrá los huevos entre mayo y junio, en alguna zona seca y soleada. Pone unos 3-5 huevos en cada puesta.
Se recomienda la incubación natural.
Si se quieren incubar de forma artificial, se deberán tener a unos 30 ºC.

Problemática: El principal problema que puede presentar esta especie es que necesita un clima muy seco y un invierno bastante frío. Si tiene humedad, padecerá enfermedades pulmonares. Es por eso que debemos vigilar diariamente su estado se salud.

Legislación: Está incluida en el Apéndice II de la CITES.

 
 
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